Al dominar la llanura de Alsacia, el Monte de Santa Odila fue durante varios siglos la sede de un monasterio importante. Este lugar religioso dedicado a Santa Odila, patrona de Alsacia, es frecuentado por numerosos peregrinos. El muro pagano, construido alrededor del año 1000 AC y cuyo origen es objeto de numerosas especulaciones místicas es muy curioso. Son especialmente hermosos lugares como la Capilla Románica, El Monasterio, La Terraza Panorámica, La Capilla de los Ángeles y la Capilla de las Lágrimas.
Al principio del siglo IX, Carlomagno protegió la abadía con una bula imperial; más tarde, el obispo Conrad de Estrasburgo decretó que solo la abadesa del monasterio tenía poder para administrar el convento y sus tierras. El obispo Bruno d’ Eguisheim, elegido Papa con el nombre de Léon IX, dedicó la iglesia del Monte a Santa Odila y confirmó el derecho de las hermanas del convento elegir libremente a su abadesa. En el tiempo de la Disputa de las Investiduras, el duque Frédéric II de Suabia, apodado El Tuerto, quemó las dos abadías fundadas por Odila en 1115, en ataque directo contra Hohenbourg. Su hijo, el gran emperador Frédéric I Barbarroja, las hizo reconstruir en 1153. Con la abadesa Relinde, elegida ese mismo año, se efectúan las grandes obras de ampliación. Fechamos la construcción de la Capilla de la Lágrima y de la Capilla de los Ángeles de esta fecha. Con el paso del tiempo, la abadía aumentó constantemente el número de sus tierra, por las donaciones provenientes de múltiples señores de occidente. La abadía del Monte de Santa Odila tuvo numerosas abadesas de carácter que fueron respetadas en su tiempo. La abadesa Relinde (muerta en 1176) también introdujo la regla de San Augustin en este convento benedictino. Su sucesora, Herrade de Hohenbourg, fue abadesa del 1167 al 1195, probablemente la más célebre del convento. Acabó los trabajos que acometió Relinde, pero su fama le viene por ser la autora y la ilustradora de la Hortus Deliciarum (el Jardín de las Delicias), gran enciclopedia de la cristiandad, que aglutinaba los conocimientos teológicos y paganos de la época, siendo ilustrada por cerca de 350 miniaturas. Es la primera enciclopedia redactada por la mano de una mujer. Hacer una lista de los ultrajes que ha padecido la abadía de Hohenbourg sería demasiado largo. El edificio actual data de la reconstrucción de 1681. Sin embargo, son numerosos los monumentos anteriores a la reconstrucción. Las tumbas de Sainte-Odile y del padre Etichon, y también la capilla de la Cruz son elementos que sobrevivieron a las sucesivas destrucciones.