Santa Odila de Alsacia

No me cabe duda alguna de que a Madre Odila le encantaba su nombre. Me contó que su madre se lo puso porque le gustó el de la abuela de la que sería mas adelante  su amiga y paisana Odila Panero. Tenía la Madre una biografía novelada y corta de Santa Odila, en francés, y en más de una ocasión me pidió que se la tradujera. Acabé la traducción en agosto de 1990 y mereció la pena ya que le hizo mucha ilusión. Me recordaba siempre que si alguna vez tenía una hija que le pusiera el nombre de Odila. Como quería difundir el nombre para que dejara de ser raro, puse la traducción en una página web y ahora la traslado aquí, como le hubiera gustado.

 

A mi pequeña hija Odila

en recuerdo de

sus antepasados alsacianos

Bibliografía

·      Sainte Odile Vierge, Première Abbesse du Monastère d´Hohenbourg, por el Padre Hugues Peltre. Strasbourg, 1.699 .

·      Vies de Saints et Bienheureux- Tomo 12- Sainte Odile abbesse du VIIe siècle, por los Benedictinos de París. Edición Letouzey et Ané, 1.956

·      Sainte Odile D´Alsace, por G. Staub-Grandmougin. Strasbourg. Le Roux, 1934.

·      Sainte Odile, Patronne D´Alsace, por Jean Variot. Soc. lit. de France, 1.916

·      Sainte Odile, Vierge aveugle, por el Dr. Coutela. Escolapios, 1.937.

·      Les Oberlé-d´avant 1.914, por René Bazin. París. Calmann-Lévy.

·      La vie quotidienne en Gaule a l´époque mérovingienne, por Charles Lelong. Hachette, 1.963

 

Título Original: Sainte Odile D´Alsace Princesse de Lumière

Autor: Paule Antoine
Ilustraciones: Paulette Genin

Editorial: Edtions et Imprimeries du Sud-Est – 46 Rue de la Charité – Lyon (1.965)

Traducción: Miguel Galo Fernández

 

Preámbulo

 

Mediante un rapto místico, Dios llevó a Santa Odila al paraíso y con razón, porque la vida que esta religiosa pasó en la Tierra más se asemejó a la de los ángeles que a la de los hombres. Amarrada a su cuerpo visible procedía en todo con la perfección de las criaturas angélicas, recorría su mundo despreocupada de fatigas corporales, ayudando a los necesitados como si ya viese el Cielo. Despreció las cosas terrenas dedicándose única y exclusivamente a los asuntos espirituales como si morase entre las criaturas del Paraíso. Leyendo esta vida de Santa Odila se sacan dos conclusiones de su forma de ser cristiana: su profunda fe en Dios, inquebrantable ante las circunstancias que le impuso el destino y la pompa de la Corte Ducal de Alsacia, y la puesta en práctica de las enseñanzas de Nuestro Señor Jesucristo “amarás a tu prójimo como a ti mismo”, con hechos palpables y sin retóricas; por ello perdura y perdurará su memoria.

Murcia 19 de Agosto de 1.990